Es una pregunta muy difícil de contestar con palabras. La respuesta mas corta podría ser que el coaching con caballos es, al igual que el coaching, un acompañamiento a personas que buscan el bienestar emocional, pero en este caso muy potenciado por la colaboración de los caballos.

Sin embargo, esta respuesta se queda muy corta y no se acerca en absoluto a la experiencia que supone. Por ello, la invitación a vivirlo es obligatoria. Todo lo demás se queda corto.

Sin embargo, para algunas personas que temporalmente creen que necesitan “entender” muy bien lo que es esto, podemos explicarlo desde dos perspectivas.

Desde una perspectiva espiritual, los caballos nos acompañan en un viaje de autoindagación y desarrollo del ser humano que somos para concertar con aquello que de verdad somos. Los caballos, con un ego mucho menos desarrollado que nosotros, nos muestran y ayudan a comprender qué es aquello que hay en nosotros que oculta lo que realmente somos. Mas profundamente, podemos decir que los caballos nos ayudan a quitarnos capas de miedo, dolor y sufrimiento para conectar mas y mas con el Amor y la Unidad que somos.

Si lo queremos presentar desde un punto de vista biológico, podemos explicar que los caballos son animales de gran sensibilidad que viven en presencia y en coherencia y buscan la armonía en sus interacciones con los otros; esa busca de la armonía, junto a los miles de años que llevan compartiendo espacio con nosotros, les ha llevado a ser unos grandes observadores del ser humano; ellos nos muestran que lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice; y así, los caballos recogen tu “firma energética” y la devuelven de manera inmediata, sin filtros y sin juicios, mostrando exactamente aquello que mas necesitamos ver en nosotros.

Los caballos, por su propia naturaleza, son seres con una gran sensibilidad; ellos tienen la singularidad de recoger nuestros estados anímicos y reflejarlos en su propia conducta, de forma que responden inmediatamente a estímulos (negativos o positivos) proporcionando información clara y real acerca del estado emocional de la persona que interactúa con ellos.

El coaching con caballos acelera de un modo notable el proceso de coaching de una persona, grupo o empresa, por varios motivos:

– por una parte toda la sesión se desarrolla en pista, en el exterior y con los caballos. Toda la sesión es vivencial, experiencial, lo que supone un impacto muy alto en el aprendizaje de la persona.

– por otra parte, el tiempo invertido en un despacho en generar una relación entre coach y cachee, con los caballos se reduce a unos pocos minutos, ya que éstos tienen el don de “desnudar” a las personas, despojándonos de máscaras. 

– por último, las personas percibimos d forma inconsciente, pero muy directa, que el caballo no juzga, critica ni analiza, lo que facilita la honestidad y sinceridad en las sesiones.

Todo esto hace que lo que ocurre en una sesión quede grabado en nuestra memoria emocional. Nuestro intelecto queda en un segundo plano y actuamos desde nuestra coherencia cardíaca, intuición y las sensaciones de nuestro cuerpo. Por lo tanto todo lo que sentimos y experimentamos en una sesión de coaching con caballos se vive desde nuestra esencia y alma, sin pasar por el filtro de la mente o el ego. Esto quiere decir que las respuestas que surgen y las “fichas que caen” se traducen en sensaciones corpóreas que nos empapan del aprendizaje recibido.

Aunque es obvio que cada caso es muy diferente, podríamos decir que un proceso de coaching en sala de 25 sesiones podría reducirse a 5 sesiones de coaching con caballos, tal es el poder y la ayuda de estos maravillosos colaboradores.